Querer forjar, amenazar,
con un suspiro de subsuelo y tempestad.


Crecimos, quisimos creer en el presente porque el futuro ya nos lo habían arrebatado. Vueltas, trayectos, migraciones y amistad. Kilómetros y hogares que sacan lo sincero de los valores almacenados en estanterías y papel.

Desconocidas se vuelven cercanas, en el intento tras ese momento. Brillaba su reflejo en el espejo de nuestra conciencia, conscientes las alas, en aquel rincón honesto de alcantarillas y laberintos. Intenso, frágil, fugaz y amargo a ratos.

El conflicto se encontraba, implícito en su lugar cobraba sentido solo por los momentos de conspiración, de devolver el miedo al origen de sus esquemas, y sentir, solo por un momento, que temblaban sus cimientos, forjando la amenaza de un subsuelo sin raíz.

Con el sonido hierro fértil de la esencia de nuestros bellos deseos, cuando todo lo que hacía vibrar al corazón se escondía en el fuego de las miradas cómplices, de aquel desafío de enfrentarse a un abismo más enorme que cualquiera de nuestras siluetas.

Vuelve a sonar, aquel lugar,
ruido que emerge en los fondos de la ciudad.

*No te esperes encontrar, nada fuera de lo normal,
aquí hay tanta mierda como en el resto de la sociedad,
pero entre toda la mierda siempre hay algo.
Esto es el punk*

*(OTAN, Esto es el punk)
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Entendemos el punk como algo mucho más que música, como una manera de expresarnos y no solo, como una herramienta para crear redes y compartir con tantas personas de diferentes sitios. Creemos que nuestra música pertenece al underground, ese término tan desvalorizado del que todo el mundo quiere hacerse dueño, entendido como hacer las cosas por nosotros mismos, sin intermediarios, sin precios abusivos, accesible a todas las edades, y aunque por desgracia a día de hoy no se haya conseguido, desarrollándose en espacios seguros para personas que no tienen ciertos privilegios de género, orientación sexual, raza o capacidad física, etc. A lo largo de este tiempo tocar con Fuerzas Libres del Interior nos ha servido para conocer a muchas personas y sus realidades particulares, hacer nuevas amigas y visitar muchos lugares, además de compartir entre nosotros el tiempo y muchas, muchísimas horas juntos. Esto es lo más bonito que nos llevamos como banda, y jamás podremos borrarlo de nuestra memoria. Quizás la música no sea nada transformador o revolucionario en sí mismo, pero a día de hoy, ¿acaso hay algo que lo sea? Los cambios en el mundo se originan de tus actos del día a día, más allá de toda la palabrería que todas y cada una de nosotras soltemos por nuestra boca en nuestros cuidados discursos para ganar la batalla de la dialéctica. Sin acciones, sin cuestionamiento, sin desterrar privilegios y actitudes autoritarias, jamás podremos crear ese mundo libre con el que soñamos. Aunque tocar punk no sea en sí mismo algo subversivo, el hecho de generar redes, ocio que se intente escapar de alguna manera de la alienación y el consumismo, mensajes de transformación interpersonal, etc. ya es una forma de querer transformar lo que te rodea.